RESEÑA HISTORICA

Esta Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, se fundó el viernes 10 de febrero de 1899, bajo el pontificado de Su Santidad León XIII, por un grupo de feligreses de la parroquia de Santa María Magdalena, de la entonces villa de Dos Hermanas, devotos de la imagen sevillana del mismo título, con el ánimo de extender entre sus habitantes la devoción al divino Nazareno. 

Las primitivas reglas de la Hermandad fueron presentadas a Cabildo General y aprobadas por el mismo el 1 de abril de 1900, recibiendo a los cuatro días, el refrendo y su aprobación del Arzobispo de Sevilla, Beato Cardenal Don Marcelo Spínola y Maestre.

Pocas son las fuentes documentales conservadas de la fundación de la Hermandad, no estando en posesión de ningún acta fundacional que relacionara el nombre de los fundadores. Sin embargo gracias a un pliego de papel custodiado aún en la secretaría podemos conocer el nombre de algunas de aquellas personas que acometieron la difícil tarea de fundar una nueva Hermandad en Dos Hermanas. Dichas personas fueron, José Plaza Rodríguez, Arístides Reigadas Fernández, Manuel Gutiérrez Martín, Manuel Plaza Arahal, Manuel Durán Sánchez, Fernando Casanova y Casanova, Juan Antonio Carazo Gómez, Manuel Ávila Hoyos-Limón, Francisco Ávila Hoyos-Limón y Enrique Tinoco Rodríguez. A los anteriores y a pesar de no constar en dicho documento como fundador de la Hermandad, habría que citar a Francisco Ávila y Ramos, persona que desde los inicios se convirtió en Hermano Protector de la misma. Dada la trascendencia del proyecto iniciado no se puede dudar de la participación de más personas en el nacimiento de la Hermandad, siendo por ello estimados como fundadores de la misma, Alfonso Parada Sánchez, Enrique Aguilar Carrasco y Carlos Carvajal García, que ocupaban puestos en la Junta de Gobierno a la fecha de aprobación de las primitivas reglas. Además de todos los citados y por transmisión oral también se han considerado como precursores de la corporación a otros hermanos como José Flores Santamaría y Francisco Campo Benítez.

Este grupo de personas, unas nazarenas y otras foráneas pero afincadas en nuestra ciudad, fueron los cimientos sobre los que se levantó la Hermandad, que paulatinamente, en el transcurso del tiempo fue adquiriendo su propia personalidad y estilo, centrando su amor y devoción hacia las imágenes de sus sagrados titulares.

En el transcurso de 1900, se encarga la ejecución de la sagrada imagen de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder al escultor sevillano Manuel Gutiérrez-Reyes Cano, el cual la entrega a la Hermandad en 1901, siendo bendecida en los días previos a la Semana Santa.

Desde el principio, la Hermandad estableció su sede en la capilla que existió en la desaparecida Hacienda de San Antonio, ubicada en el centro de la ciudad, dedicada a olivar y huerta, y domicilio del que fuera su Hermano Mayor, don Francisco Ávila y Ramos, y cuya vivienda se ubicaba en parte del caserío de la citada hacienda, con salida a la calle Nuestra Señora de Valme número 48.

Desde el principio, la devoción al Señor del Gran Poder, caló hondo en la fe de nuestro pueblo, siendo muy frecuentada su capilla por los fieles y devotos. Teniéndose noticias de que en la misma se celebraban bodas de hermanos y devotos que así lo solicitaban.

La primera estación de penitencia que realizó la Hermandad y en la que sólo figuró el paso del Señor, se efectuó en la madrugada del Viernes Santo día 5 de abril de 1901, saliendo por la puerta principal de la referida Hacienda de San Antonio, cuyo arco se abría a la Plaza del Arenal y sin ningún tipo de acompañamiento musical, lo que unido al orden y a la compostura de su cortejo procesional, hizo que se la conociese desde entonces como la Hermandad del Silencio. Los hermanos vistieron túnica morada de cola al brazo y antifaz del mismo color con el escudo de la Corporación sobre el pecho y cíngulo amarillo.

Los años siguientes continuó realizando su estación desde el mismo lugar, sumándose al cortejo el paso de María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso, imagen obra del mismo escultor, realizada en 1902.

La Hermandad celebraba Solemne Triduo y Función Principal de Instituto en la parroquia de Santa María Magdalena, para lo cual se trasladaba la sagrada imagen del Señor desde su sede. Y precisamente para incentivar y aumentar la devoción al Señor, obtuvo la Hermandad del Sr. Arzobispo de Sevilla Don Marcelo Spínola, una indulgencia, fechada el 19 de febrero de 1902, por la que se concedían ochenta días de indulgencias a los que asistieran a los cultos del Triduo con las debidas disposiciones, haciéndose constar en las mismas, que se celebraban en la Parroquia de Dos Hermanas. 

Tras el fallecimiento del Hermano Mayor Don Francisco Ávila y Ramos, impulsor y benefactor de la Hermandad, en marzo de 1907, se realizan las gestiones oportunas en la Parroquia de Santa María Magdalena, y con fecha 6 de abril de ese año, le fue concedido un lugar para la colocación de las sagradas imágenes en el lado derecho de la Capilla de las Ánimas (lugar en el que reciben culto en la actualidad las imágenes de la Hermandad de la Sagrada Oración en el Huerto), ubicada en la nave de la Epístola. Esta concesión se efectuó por medio de un documento firmado por ambas partes. Con posterioridad a la firma de este documento, se efectuó el traslado de las imágenes desde la citada Capilla en la Hacienda de San Antonio, al lugar descrito en la parroquia de Santa María Magdalena, que sería a partir de ahora su sede.

Una nueva etapa se abre en el horizonte la Corporación, en la capilla de las Ánimas de la parroquia; recibiéndose con fecha 6 de abril de 1909, la concesión por el Cardenal Arzobispo de Sevilla, Don Enrique Almaraz y Santos, de cien días de indulgencias a todos los fieles que rezaren ante las Sagradas Imágenes Titulares, añadiendo que además para conseguir estas indulgencias, deben pertenecer a la Hermandad, confesar y comulgar el Jueves Santo, y acompañar con devoción y compostura en la Estación de Penitencia.

Los primeros años de estancia en su nueva sede fueron alentadores, pues se mantuvo cierta constancia en los cultos al Señor y en la salida procesional. Pero, no mucho tiempo después, el ímpetu de los primeros tiempos, se fue transformando en un cierto aletargamiento, que tuvo como consecuencia el que la Hermandad atravesara por un periodo de dificultades, agravadas por la delicada situación económica de la misma. Teniéndose que destacar la labor de un reducido grupo de hermanos, que a pesar de todas las dificultades presentadas, supo trabajar por mantener la devoción al Señor, que seguía siendo visitado en su capilla por muchos fieles. Esta situación se tradujo en la supresión durante varios años de los cultos, y la realización de la Estación de penitencia con cierta intermitencia, no recuperándose la Hermandad de esta delicada situación hasta 1927.

A mediados de la década de los años veinte y sin que conste acuerdo alguno en las actas, la Cofradía comenzó a realizar la estación de penitencia suprimiendo las túnicas de cola e imponiéndose la capa, del mismo color morado en el paso del Señor y color crema en el paso de la Virgen. 

A partir de 1931, el clima político inestable que se respiraba influye notablemente en la vida de la Hermandad, haciendo que se lleven a cabo los cultos internos, pero se suspendiera los externos como la Estación de Penitencia, que sólo se realizó en 1934 y 1935 cuando se vislumbró un cierto atisbo de mejoría en el orden público. En estos cultos internos, en el año 1932, aparece el primer sacerdote Redentorista predicando en los cultos de la Hermandad, los cuales se han mantenido durante sesenta años. En esta época, concretamente en 1933 se tiene constancia por vez primera de la celebración de un besamanos a la Sagrada imagen del Señor. 

A partir de 1935, se va intentando unificar el cuerpo de nazarenos con las capas de color morado, para todos los hermanos que participan en la estación de penitencia, lo que no se conseguiría plenamente hasta mediados de la década siguiente.

Tras el estallido de la guerra civil, en la madrugada del 19 de julio de 1936 es incendiado el templo parroquial por un grupo de exaltados anticlericales. Gracias al gesto heroico de un hermano, puede hoy contar la Hermandad con sus sagradas imágenes. Este hermano, llevado por su amor y fe hacia nuestros sagrados titulares, fue nuestro inolvidable Hermano Mayor Perpetuo Diego Santana Bautista, que con riesgo de su propia vida y en un esfuerzo sobrehumano, sacó a las imágenes del Señor y de la Virgen de la Capilla de las Ánimas y tras pasar por la puerta de madera que se encontraba en llamas en el suelo y pasar por encima de una verja de más de un metro de altura, las depositó en el domicilio particular de la Camarena del Señor Doña Manuela Ezquerra, en la calle Santa Ana.

También durante estos disturbios y encontrándose las sagradas imágenes cubiertas por un paño, en el domicilio antes referido, la imagen del Señor recibió un disparo involuntario en el antebrazo derecho que le atravesó la túnica, al sospecharse que se trataba de una persona.

Como consecuencia de esta situación, las imágenes permanecían durante el año, en casa de sus respectivas camareras: la imagen del Señor en la calle Santa Ana, y la de la Santísima Virgen en la calle Nuestra Señora de Valme, domicilio de su camarera Doña Carmen Márquez Palacios, en donde recibían la visita de los fieles. Las estaciones de penitencia se realizaron durante tres años (1937, 1938 y 1939), desde la Capilla de San Sebastián, que sirvió de parroquia y en donde se nos acogió gracias a la generosa hospitalidad de la Hermandad de la Santa Vera-Cruz

Tras la finalización de las obras de restauración de la Parroquia de Santa María Magdalena, las sagradas imágenes vuelven a su sede, pero el retorno al templo parroquial no se produce a la antigua Capilla de las Ánimas, ya que se le asigna una capilla de nueva construcción adosada a la torre de la iglesia, que se abrió a los pies de la misma nave de la Epístola.

La década de los años cuarenta estuvo marcada por la penuria económica y el especial esfuerzo y sacrificio realizado por parte de los hermanos para superarla. Significó la consolidación definitiva de la Hermandad, pues a partir de 1940 aumentó considerablemente la devoción, especialmente hacia la imagen del Señor, realizándose los cultos y las estaciones de penitencia anualmente.

Una imagen del Arcángel San Rafael de unos cincuenta centímetros de altura, es donada a la Hermandad por Doña Carmen Delgado López, el 17 de marzo de 1944.

En Cabildo celebrado el 4 de mayo de 1945 y a propuesta de varios hermanos, se nombra por unanimidad Hermano Mayor Perpetuo a Diego Santana Bautista, en justo premio por su constante trabajo y celo por esta Hermandad. En el mismo Cabildo se da a conocer el gesto generoso del costalero Antonio Dormido Ganfornina, al devolver el salario de 15 pesetas, que había recibido por su trabajo como costalero.

A lo largo de la década de la década de los cincuenta, se va a producir un gran auge y florecimiento de la Hermandad, tanto en el orden material como en el espiritual, gracias al buen trabajo desarrollado por sus hermanos.

El florecimiento devocional se materializó en 1953 en la sustitución del Triduo al Señor por un Quinario, que permanece hasta nuestros días con una masiva asistencia de fieles. También se expusieron en la capilla exvotos, que se recibían de los fieles como testimonio de su fe y devoción hacia el Señor y en agradecimiento a favores recibidos.

En su deseo de dar culto al Discípulo Amado, la Hermandad encargó al imaginero alcalareño Manuel Pineda Calderón, la imagen de San Juan Evangelista, que fue donada por el hermano D. Luís Romero Encina, siendo bendecida el 7 de marzo de 1954 por el entonces párroco de Santa María Magdalena Don José Ruiz Mantero, haciendo estación de penitencia ese mismo año al lado de la Santísima Virgen, que hasta ese momento iba sola en el paso. Esto hace que se realicen obras en la capilla para abrir un hueco lateral donde colocar la nueva imagen, al tiempo que se cierra la misma con una cancela procedente de la desaparecida capilla de Nuestra Señora del Rosario.

En 1958 y por acuerdo de un Cabildo general que se celebró el 20 de mayo, se sustituyó el antiguo escudo de la Hermandad que consistía en un corazón traspasado por una espada, sobre fondo negro y circundado por rayos, por el que se utiliza en la actualidad.

En 1970 se acordó realizar anualmente una Función a la Santísima Virgen el 15 de septiembre. Acto de culto que con posterioridad fue ampliado a la celebración de un solemne Triduo.

El 27 de diciembre de 1970 fue bendecido un retablo cerámico con la efigie de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, en la fachada de la parroquia, justamente a la espalda de la Capilla en donde recibían culto las imágenes de la Hermandad; habiendo sido realizado este retablo en la trianera fábrica Cerámica Santa Ana de Sevilla. 

Ante la situación en que se encuentran los enseres de la Hermandad, repartido en los locales parroquiales y domicilios de hermanos, el Cabildo de Oficiales acuerda el 30 de julio de 1971, la compra de un local comercial de cincuenta metros cuadrados a la Inmobiliaria Santa Ana S. A. situado en la calle Virgen de la Soledad. A este local, posteriormente y por acuerdo del Cabildo de Oficiales se le añadieron treinta y dos metros cuadrados que se adquirieron a la misma inmobiliaria. Estos locales convertidos en uno sólo, fueron bendecidos por el entonces párroco de Santa María Magdalena, reverendo Don Valeriano Carrero Carmona, el 4 de octubre de 1974, sirviendo de almacén de enseres y casa de hermandad.

A partir de mayo de 1972, todos los segundos viernes de mes se celebra misa de hermandad en la capilla con abundante presencia de hermanos y fieles en general.

En la tradicional convivencia de hermandades que ostentan el título del Gran Poder, celebrada en Sevilla, en mayo de 1972, nuestra hermandad se ofreció para iniciar la rotación de dichas convivencias fuera de la capital. Así, el 12 de octubre de ese año, tuvo lugar dicha primera convivencia, la que comenzó con la recepción de hermandades de toda España, de la misma advocación, ofrecimiento floral a nuestras sagradas imágenes y Santa Misa, siendo el celebrante el Director Espiritual de la Hermandad de Barcelona. El acto terminó con un acto de confraternidad en los salones parroquiales.

Con el fin de prestar ayuda a los hermanos y personas necesitadas, se acuerda la creación de la Bolsa de Caridad en Cabildo de Oficiales celebrado el 17 de mayo de 1973, encargándose de las actuaciones de la misma dos hermanos diputados de la Junta de Gobierno. Posteriormente, el 17 de septiembre de 1976 se reorganizó o refundó, con una estructura propia para facilitar el desempeño de su tarea; surtiéndose económicamente de donaciones y de los fondos que aporta el flamero de la capilla de nuestros sagrados titulares. Su labor callada llega hasta nuestros días y es ejemplo de buen hacer y de entrega hacia los demás.

De singular importancia fue la conmemoración del 75º aniversario de la fundación de la hermandad, que se llevó a cabo en 1975, atendiendo a la fecha de aprobación de las reglas primitivas y no de la fundación propiamente dicha. Con tal motivo en la noche del viernes 21 de febrero la imagen del Señor salió en andas en devoto Vía-Crucis por las calles de nuestra ciudad con mucho acompañamiento de hermanos y devotos.

A partir del año 1976, y con motivo de la celebración del Quinario y Función Principal de Instituto, se realiza solemne Traslado de la sagrada imagen del Señor, desde la capilla hasta el altar de cultos.

Siguiendo el camino que inició años atrás el costalero Antonio Dormido Ganfornina, en la Estación de Penitencia Viernes Santo 16 de abril de 1976, el paso de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder fue portado por primera vez por hermanos costaleros. Al año siguiente se completó la cuadrilla, ya que el paso de María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso fue igualmente portado por hermanos costaleros.

A destacar en esta etapa, la restauración a la que tuvo que someterse la sagrada imagen de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, al detectarse un mal estado general de la imagen y una escasa estabilidad en la cogida a la peana, lo que motivó que en el taller del imaginero Sebastián Santos Rojas, y por su hijo Jesús Santos Calero se procediera a tallar y encarnar completamente un nuevo cuerpo incluido los pies, lo que se llevó a cabo a finales de 1976 y principios de 1977. Con posterioridad se le colocaron nuevas manos talladas por el mismo imaginero. A la nueva peana de la imagen, se fijaron en 1985 unas piedras traídas distintos lugares de Tierra Santa y entregadas a la Hermandad en donación.

La imagen del Señor, ya restaurada, fue bendecida en la parroquia de Santa María Magdalena por D. Valeriano Carrero Carmona, el viernes 4 de marzo de 1977. Curiosamente, el Señor no portaba corona de espinas ni potencias por consejo del escultor, dado lo reciente de la policromía. Esta circunstancia se mantuvo durante algo más cinco años, al ser ratificada en cabildo. Lo que motivó que la imagen del Señor realizara su salida procesional sin estos atributos. No obstante, en el seno de la Hermandad había deseos de volver a ver la imagen con la corona de espinas, que realmente portó el Señor en la calle de la Amargura, y las potencias como atributos de la divinidad. Por ello, en cabildo celebrado el 19 de agosto de 1982 se acordó restituirlos a la venerada imagen, lo que aconteció el 27 de agosto del mismo año. Las manos y los pies de la Sagrada Imagen, que fueron sustituidos en la restauración, se depositaron en una caja construida ex profeso, bajo la mesa de altar de la capilla, el 13 de julio de 1978.

Durante la celebración de la Misa Solemne que se celebró a la Santísima Virgen, el 15 de septiembre de 1977, se bendijeron las primeras medallas de la Hermandad por el Reverendo Sacerdote Don Valeriano Carrero Carmona, párroco de Santa María Magdalena.

En Cabildo de Oficiales que se celebró el 4 de mayo de 1978, se da la conformidad para la creación de un boletín informativo, que sirviera como cauce de información y participación de todos los hermanos, cuyo primer número salió en el mes de julio del mismo año y se denominó "Madrugada".

Un hecho que marcaría el futuro de la Hermandad fue la venta del local comercial, que sirvió durante varios años de almacén de enseres y casa de hermandad, en la calle Virgen de la Soledad y la adquisición de una casa de quinientos metros cuadrados en la calle Real Utrera, acordada en Cabildo de Oficiales el 31 de agosto de 1978, ya que mejoraría el desenvolvimiento cotidiano de la Hermandad. Este edificio, de construcción antigua, fue bendecido como Casa de Hermandad, por el párroco de Santa María Magdalena Don Valeriano Carrero Carmona, a las 12 horas del 24 de diciembre de 1978, celebrándose a continuación la Santa Misa. Igualmente se bendijo el primer Nacimiento que instaló la Hermandad y como colofón se organizó un acto en honor de los niños cofrades.

Por vez primera se celebra Misa Solemne en honor de San Juan Evangelista, el 27 de diciembre de 1979.

Durante los días 6, 7 y 8 de junio de 1980 un grupo de 23 hermanos de la Hermandad realizó la primera peregrinación andando al Santuario de la Santísima Virgen del Rocío. Acto que se ha mantenido hasta nuestros días y cuya organización asumió la Hermandad. Destacándose la masiva participación de personas en la actualidad y el buen ambiente y convivencia que marcan el camino, así como los frutos espirituales que proporciona a los peregrinos

En 1981, la Hermandad organiza un Pregón a Jesús del Gran Poder, eligiéndose como pregonero al hermano Antonio José López Gutiérrez. Celebrándose en la parroquia de Santa María Magdalena el Domingo de Pasión día 5 de abril.

Desde el 6 de enero de 1982, se viene celebrando todos los años en la festividad del día de la Epifanía del Señor, Exposición y Adoración al Santísimo Sacramento, con Bendición y Reserva de Su Divina Majestad.

En 1982 la imagen de San Juan Evangelista es sometida a un proceso de restauración por el imaginero Jesús Santos Calero, no siendo del agrado de la Hermandad el resultado final de la misma. Volviéndose a restaurar de nuevo por el imaginero Adolfo Castillo Muñoz, terminándose esta tarea en diciembre de 1983.

A partir de 1982, la Hermandad va a estar inmersa en la tarea de levantar sus dependencias y nueva sede, lo que va a ocuparle el nada despreciable espacio de tiempo de trece años. Para llevar a cabo esta obra faraónica, tuvo que realizar un gran esfuerzo económico y humano, pero sin abandonar un ápice sus fines de culto y a ctividades, y contó con el trabajo personal de sus hermanos y sobre todo con la ayuda inestimable del Señor. Previamente, el 22 de octubre de 1981 se aprobó el proyecto de elaborado por los arquitectos Juan María Llacer Rubio y Javier de la Hera Merino, firmándose dicho proyecto el 19 de febrero de 1982. 

El derribo del viejo edificio se inició el 22 de agosto de 1982, desarrollándose la obra en tres fases bien delimitadas. En la primera, se construyó la Casa de Hermandad, en la primera planta del edificio con sus correspondientes dependencias, siendo bendecida la misma el 12 de octubre de 1987, tras cinco años de obra, siendo presidida por la sagrada imagen de la Santísima Virgen, que fue trasladada ese mismo día en andas desde la parroquia de Santa María Magdalena. Al término de la Santa Misa, se procedió a la bendición por el Rvdo. Sacerdote Don Juan Manuel García-Junco Caballero, párroco de Santa María Magdalena, tras lo cual la sagrada imagen regresó a la parroquia.

En Cabildo de 14 de marzo de 1983, la Hermandad se adhiere al proceso de beatificación del Cardenal Arzobispo de Sevilla Don Marcelo Spínola y Maestre, prelado que aprobó las primitivas reglas de la Hermandad.

La Hermandad elabora un proyecto de nuevas Reglas que es aprobado en Cabildo General de 5 de marzo de 1982, pero no obstante se está a la espera de que salgan unas nuevas normas de la Vicaría General. Tras la adecuación de éste proyecto de Reglas a las nuevas normas, se presentan en el Arzobispado siendo aprobadas con fecha 1 de septiembre de 1987.

Cuando ya se llevaban bastante avanzadas las obras de la Casa de Hermandad, en Cabildo General celebrado el 26 de diciembre de 1986, se tomó un acuerdo de suma trascendencia para el futuro de la devoción, como fue el de construir una Capilla para sus sagrados titulares, a la que se trasladarían las imágenes, una vez finalizada su construcción y ornamentación.

El día 2 de enero de 1989 el Grupo Joven de la Hermandad organiza por primera vez, la Exaltación de la Juventud a Nuestro Padre Jesús del Gran Poder. Este acto se sigue realizando en la actualidad.

Por restauración de la Capilla Sagrario de la parroquia de Santa María Magdalena, la sagrada imagen de Nuestra Señora de Valme fue trasladada a la capilla de nuestra Hermandad en el mismo templo, en la que permaneció a los pies del Señor.

Se construye el almacén y exposición de enseres de la Cofradía, que es bendecido durante la celebración de la Santa Misa, el 12 de octubre de 1991.

El Simpecado de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío, se trasladó a la capilla de la Hermandad en el mismo templo parroquial, por restauración del altar de la citada hermandad

Pero las obras continúan con el fin de llevar a cabo la última fase del proyecto consistente en la construcción de la Capilla, así, en diciembre de 1993, se aprueba el proyecto de construcción del retablo para la misma, obra que realizará el tallista sevillano Manuel Guzmán Bejararno, en madera de cedro, al estilo barroco sevillano, siendo dorado posteriormente en el taller de Manuel Calvo Carmona.

Tras la conclusión de la Capilla, se realizaron unos cultos extraordinarios en la Parroquia con la celebración de un triduo y Solemne Función. Al amanecer del domingo 29 de octubre, se procedió al traslado de las sagradas imágenes titulares de la Hermandad, desde la parroquia de Santa María Magdalena, hasta su Capilla propia en la calle Real Utrera 31. El traslado se llevó a cabo en sus pasos procesionales, siendo acompañado por un numerosísimo cortejo de hermanos, y presenciado por una multitud de devotos.

Con posterioridad, el 5 de noviembre, se celebró Misa Solemne y Bendición de la Capilla por el Excmo. Y Rvdmo. Sr. Arzobispo de Sevilla Fray Carlos Amigo Vallejo, cuyas palabras agradecieron "el regalo que este nuevo templo supone para la Iglesia". En la lápida que descubrió el prelado se resume en letras doradas el trabajo desempeñado en la Hermandad, y sus hermanos y devotos.

Con este traslado comienza una nueva etapa en la vida de la Hermandad, que se caracteriza por un incremento en los actos de culto y de devoción hacia los sagrados titulares. Como detalle singular es que ahora el Quinario y la Función Principal de Instituto se continúan celebrando en la parroquia por falta de espacio en la Capilla y se procede anualmente al traslado en andas de la sagrada imagen del Señor hasta el templo parroquial acompañado por sus hermanos.

A partir de enero de 1999, la Hermandad está inmersa en la celebración de su I Centenario fundacional, con una serie de actos a lo largo de todo el año, destacando entre ellos la organización de un pregón conmemorativo de esta efemérides, que tuvo lugar el 7 de febrero; la salida en Solemne Vía-Crucis por las calles de nuestra ciudad el 22 de marzo, de la sagrada imagen de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, organizado por el Consejo de Hermandades y Cofradías; besamanos a la imagen del Señor; Rosario de la Aurora con la imagen de la Santísima Virgen el 30 de mayo, quinario en la capilla y finalizando el Año del Centenario con una Exposición del Santísimo Sacramento el día 10 de febrero de 2000.

A finales de 1999 se procedió a la restauración de la imagen de San Juan Evangelista, cuyos trabajos se llevaron a cabo por el profesor Don Juan Manuel Miñarro López. Estos trabajos consistieron en la realización de un nuevo cuerpo anatomizado en madera de cedro, incluyendo una nueva peana.

Durante el año 2001 se celebró con diversos actos de culto y otros actos, la conmemoración del I Centenario de la talla de la imagen de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder. Igualmente al año siguiente se celebró el I Centenario de la talla de la sagrada imagen de María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso, destacando entre los actos celebrados, el Solemne Rosario de la Aurora con la sagrada imagen de la Santísima Virgen que se llevó a cabo el 27 de octubre hasta la parroquia de Santa María Magdalena.

El 12 de diciembre de 2003 se celebra Cabildo General Extraordinario y se acuerda la restauración de las sagradas imágenes del Señor y de la Santísima Virgen por el restaurador Enrique Gutiérrez Carrasquilla. Estas restauraciones se llevaron a cabo cada una de ellas en dos fases, previa la realización de los correspondientes estudios radiológicos a las sagradas imágenes. En diciembre de 2004 se finalizó la restauración de la imagen del Señor y en 2005 la de la Santísima Virgen.

En 2004 se recibe la donación a la Hermandad, por la familia Oñós-Gutiérrez, de una custodia de plata, de ochenta centímetros de altura, fechada en el siglo XVIII, de autor desconocido.

Igualmente en ese año se recibe en donación un cuadro en altorrelieve, realizado en 1946 por el tallista Manuel Cerquera, que fue propiedad de nuestro hermano Don Carlos Delgado de Cos (q. e. p. d.), La donación fue efectuada por sus herederos, representándose en el cuadro los Desposorios de la Virgen con San José.

El 8 de febrero de 2007, en Cabildo General Extraordinario convocado al efecto, se aprobaron dos proyectos importantes para la Hermandad: El primero la realización de un nuevo paso para el Señor, en madera tallada y dorada, con faroles de plata, en el taller de los Hermanos Caballeros, con imaginería de Mariano Sánchez del Pino y orfebrería de Ramón León Peñuelas. Y el segundo la reforma de la fachada de la Capilla según el proyecto presentado por los arquitectos Rafael López García y Daniel F. Conesa López.

La firma del contrato con los talleres para la ejecución del nuevo paso del Señor, se llevó a cabo en un acto público en la Capilla , el 23 del mismo mes de febrero; iniciándose así la andadura del citado proyecto.

Ante la circunstancia que se le presenta a la Hermandad, de realizar obras en su Capilla para la reforma de la fachada, previstas para 2008, tras la finalización de la Semana Santa, se recibe la visita de una representación de la Hermandad de Nuestra Señora Santa Ana, Patrona de nuestra ciudad, encabezada por su Hermano Mayor, para ofrecernos su durante el tiempo que fuese necesario. Ofrecimiento que fue aceptado por el Cabildo de Oficiales duren las obras.

A las 21 horas del domingo 6 de abril de 2008, las sagradas imágenes titulares de nuestra Hermandad, son trasladas en andas a la Capilla de Santa Ana acompañadas por numerosos hermanos con cirio y devotos. En primer lugar figuraba la imagen del Señor y cerraba el cortejo las andas con las imágenes de la Santísima Virgen acompañada por San Juan Evangelista. A la llegada del cortejo a la parroquia de Santa María Magdalena, finalizó la procesión; bajándose posteriormente las imágenes titulares, a la Capilla de nuestra Patrona, de manera íntima, en la presencia de las Juntas de Gobierno de ambas Hermandades.

Tras cinco meses de obras en nuestra Capilla, y de estancia de nuestros sagrados titulares en la Capilla de Nuestra Señora Santa Ana, el domingo 7 de septiembre de 2008, a las 21,15 horas se produjo el traslado de nuestros sagrados titulares desde la parroquia de Santa María Magdalena hasta nuestra Capilla, previo traslado a la parroquia de las imágenes titulares, de forma íntima. Con este traslado de regreso sentimos la alegría de volver a nuestra Capilla tras las reformas llevadas a cabo en ella, y la tristeza por dejar la histórica Capilla de nuestra Patrona, en donde nos hemos sentido perfectamente acogidos por la Hermandad de Santa Ana, propietaria de la misma.

La comisión designada para la confección de un nuevo proyecto de Reglas para la Hermandad, acorde con los nuevos tiempos y las Normas Diocesanas del Arzobispado de Sevilla, finaliza sus trabajos, recibiendo el visto bueno de la Junta de Gobierno y abriéndose el plazo de un mes, concretamente en octubre de 2008, para la presentación de enmiendas a las mismas, por parte de todos los hermanos que lo deseen. En Cabildo General Extraordinario celebrado el 5 de febrero de 2009, éste dio su aprobación al proyecto de Reglas presentado por la Junta de Gobierno, el cual fue remitido posteriormente al Arzobispado quien las aprobó con fecha 4 de Diciembre de 2009.

La Madrugada del Viernes Santo 2 de abril de 2010, quedó grabada en la historia de nuestra corporación ya que por primera vez el Señor procesionó en su nuevo paso tallado por los Hermanos Caballero, con imaginería de Mariano Sánchez del Pino y orfebrería de Ramón León Peñuelas, todos ellos artistas de Sevilla. Fue bendecido el 20 de Marzo, por el Párroco de la de Nuestra Señora de la Oliva y San José Obrero de nuestra localidad, D. Gregorio Sillero Fernández. Igualmente a destacar que una vez aprobadas las nuevas Reglas, las hermanas pudieron acompañar por primera vez a Nuestros Sagrados Titulares vistiendo el hábito de nazareno en la Estación de Penitencia.

Al año siguiente, en la Semana Santa de 2011, el Señor estrenó una nueva Cruz de salida tallada por Mariano Sánchez del Pino y los Hermanos Caballero. La misma no pudo lucirla por las calles de nuestro pueblo debido a que hubo de suspenderse la Estación de Penitencia por la lluvia que se hizo presente en la mayoría de los días penitenciales. Reseñar que en este año se pudo ver el frontal del paso completamente dorado, continuándose en la actualidad con el mismo proceso en el resto de las andas procesionales.

Con motivo de la firma del Hermanamiento con la Hermandad de Santa Ana, el cual fue acordado por ambos Cabildos Generales, el 22 de Julio de 2011 hacía su entrada en nuestra Capilla Nuestra Excelsa Patrona Santa Ana. Aquí permaneció hasta la noche del día siguiente desarrollándose durante todo el día 23 el Besamanos en su honor. A la finalización del mismo se celebró Santa Misa oficiada por el Párroco de la de Ntra. Sra. del Amparo y San Fernando de Dos Hermanas, D. Francisco Moreno Aldea, en el ofertorio de la cual los Hermanos Mayores de ambas Hermandades, Agustín García Gandullo por Santa Ana y Mariano Sánchez Moreno por la nuestra, rubricaron el documento de Hermanamiento que sellaba la unión y el afecto nacido durante la estancia de nuestras Sagradas Imágenes el año 2008 en la Capilla Patronal. En el traslado de vuelta hacia la Parroquia de Santa María Magdalena para celebrar allí sus Solemnes Cultos, la Devota Imagen de Santa Ana fue portada por miembros de nuestra corporación.